Reseña de Fantasía MágicaLlegué al libro por haber visto la película (sino no se hasta qué punto me hubiese interesado por él), y aunque esperaba que se parecieran, terminaron siendo dos historias muy diferentes. Se mantiene la idea básica de la jefa déspota, pero nada más.El argumento es bastante sencillo, ya que gira en torno al trabajo de la protagonista y las relaciones y emociones pasan a un segundo o tercer plano (además de que aunque quisiera seguir con su vida, no tendría tiempo de hacerlo).El diablo viste de Prada me resultó realmente divertido. En serio. Hay una cantidad considerable de sarcasmo e ironía, y me he reido mucho con la forma en que se cuentan las situaciones que padece la pobre Andrea a causa de su jefa, con sus exigencias tan diversas como ridículas.Trabajar para Miranda Priestly es malo para la salud. Andrea decide tomar ese empleo porque resistir un año con Miranda equivale en experiencia a cinco años en otros lugares. Lo que no le dijeron es que ese trabajo por el que miles de chicas darían un ojo de la cara sería como perder cinco años de vida, y despertaría en ella instintos asesinos (llevados con mucho humor)."Miranda llevaba su ropa sucia a la oficina y a mí me correspondía, qué afortunada, llamar a la tintorería y comunicarles que teníamos mercancía. (...) Mi trabajo era, intelectualmente, cada vez más estimulante."Me gustó especialmente que aunque estuviese sumergida en el mundo de la moda, a Andrea no pudieran importarle menos su aspecto, las marcas carísimas por las que todos se desviven o el glamour del que se ve rodeada. Si la personalidad de la protagonista hubiese sido diferente, parte del encanto del libro se habría perdido.
Lau
Investigando Booklikes
Reseña de Fantasía MágicaLlegué al libro por haber visto la película (sino no se hasta qué punto me hubiese interesado por él), y aunque esperaba que se parecieran, terminaron siendo dos historias muy diferentes. Se mantiene la idea básica de la jefa déspota, pero nada más.El argumento es bastante sencillo, ya que gira en torno al trabajo de la protagonista y las relaciones y emociones pasan a un segundo o tercer plano (además de que aunque quisiera seguir con su vida, no tendría tiempo de hacerlo).El diablo viste de Prada me resultó realmente divertido. En serio. Hay una cantidad considerable de sarcasmo e ironía, y me he reido mucho con la forma en que se cuentan las situaciones que padece la pobre Andrea a causa de su jefa, con sus exigencias tan diversas como ridículas.Trabajar para Miranda Priestly es malo para la salud. Andrea decide tomar ese empleo porque resistir un año con Miranda equivale en experiencia a cinco años en otros lugares. Lo que no le dijeron es que ese trabajo por el que miles de chicas darían un ojo de la cara sería como perder cinco años de vida, y despertaría en ella instintos asesinos (llevados con mucho humor)."Miranda llevaba su ropa sucia a la oficina y a mí me correspondía, qué afortunada, llamar a la tintorería y comunicarles que teníamos mercancía. (...) Mi trabajo era, intelectualmente, cada vez más estimulante."Me gustó especialmente que aunque estuviese sumergida en el mundo de la moda, a Andrea no pudieran importarle menos su aspecto, las marcas carísimas por las que todos se desviven o el glamour del que se ve rodeada. Si la personalidad de la protagonista hubiese sido diferente, parte del encanto del libro se habría perdido.
