Mil grullas - Yasunari Kawabata Reseña de Fantasía MágicaEste es un libro bellísimo. Tengo debilidad por las historias orientales, especialmente las japonesas.Este es un gran ejemplo de la narrativa nipona, con su ritmo completamente diferente, calmo y pacífico aunque las emociones que se narren sean turbulentas y violentas.Es el primer libro que leo de Yasunari Kawabata, premio Nobel de literatura "por su maestría narrativa que expresa con gran sensibilidad el espíritu nipón", como dice la biografía de mi edición. Este autor es realmente un maestro en su arte, de esos escritores con la magnífica habilidad de crear una historia atrapante en base a algo muy simple. No será el último libro que lea de él, se los aseguro.El argumento es simple, como lo es la historia. No hay un gran punto de tensión, ni un conflicto central. Todo el libro es un conflicto pasivo. En Mil Grullas (¿ya dije que me cautivó sólo por el nombre?) lo importante no es la historia sino los personajes, las emociones, lo que pensarán y sentirán a continuación, la nostalgia, la vida, la muerte. Y el té. La maravillosa ceremonia del té, que nos acompañará durante la breve (pero muy sustancial) cantidad de páginas.Durante una ceremonia del té Kikuyi conoce a la hermosa señorita Inamura, vestida con kimono y portando un pañuelo con mil grullas. Kikuyi es un hombre melancólico que recuerda constantemente la muerte de sus padres. Está solo, y es esa soledad la que lo acerca a quienes fueran las amantes de su padre.Una de ellas, Chikako, la mujer de la mancha entre los pechos, lo asquea y lo intriga, intenta manipularlo y cuidarlo a su modo retorcido. Pero no es ella el centro de la historia, sino aquella viuda que pasara tantos años junto a su padre, la señora Ota, que parece confundir al hijo con quien fuera su amante, y su hija, mortificada por la vida a la que fue forzada durante toda su infancia.Las emociones se mezclan entre los personajes, la culpa, el remordimiento, el amor y a veces la obsesión. La vergüenza, un sentimiento tan encontrado en las historias japonesas, está tan presente en cada una de las acciones de los personajes como lo están sus pasiones.Está dividido en varias partes, y esas partes en capítulos.Cada sección está nombrada con algo muy específico, con frases breves pero llenas de belleza.Es una historia melancólica en la que el texto simplemente fluye. Es una narración dulce y poética, donde la naturaleza y el amor por ella están siempre presentes en pequeños comentarios. Leyendo este libro se siente paz, se escucha el silencio de las casas japonesas, se saborea el gusto del té y se siente entre los dedos la belleza de los tazones de cerámica que nos acompañan a lo largo de todo el libro. En muchos momentos me hizo pensar en la película El sabor del Té.Lo recomiendo a todo aquel que quiera leer algo realmente bueno, una belleza literaria para deleitar la vista.No es una historia rápida, y el final nos dejará mirando el espacio vacío al final del último párrafo, con un sentimiento de pérdida y de que no tuvimos suficiente.Belleza. Este libro es belleza para almas sensibles.